lunes, 26 de abril de 2010

TEMA 4: PRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN, CONTENIDO Y RECEPCIÓN DE LOS MENSAJES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (2)

4.1. PROCESOS Y CONDICIONANTES DE LA PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE MENSAJES

4.1.2. ECONOMÍA POLÍTICA CRÍTICA

Objetivos específicos:

- Identificar los planteamientos de la economía política crítica sobre los medios de comunicación.

- Analizar los condicionantes ejercidos en el contenido por parte de quienes poseen y controlan las organizaciones de medios.

- Determinar la influencia de la publicidad en el contenido de los medios de comunicación.

- Discutir las relaciones formales e informales entre los comunicadores y el poder político.

- Señalar algunas limitaciones del enfoque de la economía política crítica.

· LA ECONOMÍA POLÍTICA CRÍTICA

Como se viene comentando a lo largo de este tema la tradición positivistas en el análisis de los emisores es algo muy reciente, sin embargo, el estudio de este aspecto de la comunicación en la perspectiva crítica tiene una larga historia.

La economía política crítica sugiere el estudio de la propiedad y el control de los medios de comunicación para demostrar sus vínculos con la clase dominante.

Murdock y Golding, dos importantes teóricos de esta corriente apuntan a que el control sobre la producción y distribución de las ideas se concentra en las manos de los propietarios capitalistas de los medios de producción. Como resultado de ese control, sus opiniones y sus visiones del mundo reciben insistente publicidad y llegan a dominar el pensamiento de los grupos subordinados. El dominio ideológico cumple una función clave en el mantenimiento de las desigualdades de clases.

Según Goldin y Murdok la economía política crítica tiene tres áreas de análisis prioritarias:


· LA PRODUCCIÓN DE BIENES CULTURALES:

Investigar cómo es que los cambios en la organización de fuerzas que ejercen control sobre la producción y distribución cultural limitan o liberan la esfera pública.

a) Patrones de propiedad de los medios y sus consecuencias en la producción de mensajes.

b) Relaciones entre las regulaciones del estado y los medios.


· LA ECONIOMÍA POLÍTICA DEL CONTENIDO DE LOS MEDIOS:


Analizar cómo es que los factores económicos presentes en la producción condicionan los géneros, las formas y los contenidos comunicacionales.


· LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL CONSUMO CULTURAL

Analizar las barreras que limitan la soberanía de los consumidores de comunicación masiva, impidiéndoles seleccionar lo que realmente quieren por falta de opciones o de dinero (el uso del cable, la antena parabólica, el ordenador, etc. requieren de gastos que no todas las clases sociales pueden ejercer).


Por lo general, se trata de una visión macro, los teóricos analizan los condicionantes externos a los medios, en especial los económicos (anunciantes, cadenas o grupos empresariales a los que pertenecen), políticos (relación con el gobierno, las regulaciones legales que rigen su funcionamiento, y los mecanismos de censura y autocensura) y los ideológicos (visiones del mundo de los propietarios y de los agentes externos que los influyen, e ideología dominante en la sociedad en que funcionan los medios).

· PROPIEDAD Y CONTROL DE LAS ORGANIZCIONES DE MEDIOS

En muchos países la mayoría de los grandes medios de comunicación pertenecen a grupos empresariales o industriales, dedicados a actividades sin relación directa con la producción de mensajes comunicacionales o a una amplia gama de estos. El lanzamiento y el funcionamiento de un periódico, una cadena de TV, o una emisora de radio, exige una gran inversión económica, por lo que en la práctica, los ciudadanos comunes y corriente, o las organizaciones sociales pequeñas, se ven imposibilitadas de contar con sus propios medios. Las grandes corporaciones, por el contrario, cuentan con el capital y los recursos humanos y tecnológicos, por lo que terminan siendo quienes poseen y controlan la mayoría de los medios.

La propiedad privada de las organizaciones de medios permite que los dueños obtengan la facultad de orientar su función cultural hacia el fortalecimiento y la reproducción de sus intereses económicos, políticos y culturales que generalmente, coinciden con los intereses que movilizan a la clase en el poder (a causa de la necesidad de inversión de un fuerte capital inicial).

En muchos casos, cada medio específico de comunicación pertenece a una gran cadena de medios, con una estructura de control y propiedad centralizada y vertical que impide la autonomía y la capacidad de toma de decisiones as niveles particulares.

· EL SUBSIDIO PUBLICITARIO

Los grande costos de operación, así como sus objetivos centrales de rentabilidad, han propiciado que los medios de comunicación busquen la mayor cantidad de anunciantes posible. De hecho, por ejemplo, las ganancias de los periódicos o revistas generalmente no residen en la venta de ejemplares, sino en la publicidad que logren incorporar en sus ediciones o programación. Los anunciantes, por su parte, desean que sus mensajes lleguen a la mayor cantidad posible de consumidores potenciales, por lo que seleccionan los medios con audiencias más grandes.

Lo anterior, desde la perspectiva de la economía política crítica, provoca que los medios comerciales no busquen la producción de mensajes con contenidos sociales o culturales (función que en muchas legislaciones se señala como prioritaria), sino que se concentren en aquellos que resultan más atractivos para el público, aun cuando sean sensacionalistas, superfluos o incluso nocivos.

De hecho, para algunos autores de esta corriente, los medios no venden anuncios sino audiencias (Ej: las cadenas de televisión venden a los anunciantes sus audiencias reales y potenciales en términos de costo por millar).

Se podría decir al hilo de lo anterior que la vinculación de los medios de comunicación con la élite económica se da mediante la venta de publicidad. Dadas las altas tarifas publicitarias en los medios a nivel nacional, sólo tendrán capacidad de anunciarse en ellos las grandes empresas, por tanto, es el capital monopolítico, nacional y extranjero, el que sigue marcando las pautas de una de las principales fuentes de la actual cultura nacional.

Debido a la dependencia que tienen los medios de comunicación respecto de la publicidad, no es el consumidor el que decide cuáles medios sobreviven y cuáles no, sino los anunciantes. Aunque estos están interesados en los medios con mayor penetración, también están interesados en no apoyar aquellos medios que sean críticos hacia su funcionamiento o hacia el sistema económico, político e ideológico que les permita operar.

La publicidad también condiciona los contenidos de los medios desde otra perspectiva. Algunos anunciantes están interesados exclusivamente en llegar a los segmentos de público con mayor poder adquisitivo. Por ello, tienden a patrocinar mensajes de los medios que responden a los gustos y necesidades de dichos sectores. La consecuencia es terrible para aquellos sectores del público más desprotegidos económicamente, aquellos que, irónicamente, son los que requieren más urgentemente la atención de los medios para satisfacer sus necesidades (educativas, sociales, de entretenimiento u orientación) y para denunciar sus problemas (discriminación, pobreza, desempleo, desatención gubernamental, etc.).

Muchas secciones de los medios (automóviles, cocina, salud, moda, finanzas, tecnología) se abren no para satisfacer las necesidades de los lectores o televidentes, sino para atraer anunciantes especializados.

Por todo lo anterior, según el enfoque económico político, la publicidad constituye en la actualidad uno de los condicionantes más importantes del contenido de los medios.

· CONDICIONANTES EN LA RELACIÓN MEDIOS- GOBIERNO

Los condicionantes políticos, presentes en la producción de los mensajes, también son destacados por este enfoque teórico. A diferencia de los económicos, ya analizados, los CONDICIONANTES POLÍTICOS se refieren principalmente a los marcos jurídicos, y al papel de los gobiernos en la regulación, el control y el manejo de los sistemas de comunicación.

Sin el subsidio publicitario los medios de comunicación que critican el status quo o aquellos que no tienen una finalidad comercial, terminan por hacer producciones menos llamativas y costosas que su competencia, lo cual redunda en una pérdida de audiencia.

En el enfoque marxista clásico, el Estado juega un papel subordinado a la clase económica dominante. Así, las regulaciones, leyes y demás mecanismos de control de los medios de comunicación favorecerían clara y reiteradamente a dicho grupo social. En los nuevos enfoques críticos basados en Gramsci y otros teóricos más recientes, el control político, económico y social de una sociedad se le adjudica a una clase hegemónica, en la que coexisten, en ocasiones con fuertes pugnas internas, diversos grupos económicos y sociales. Estos grupos negocian y se enfrentan constantemente para favorecer sus objetivos, pero mantienen cierta cohesión y consenso para seguir detentando el control de la sociedad.

Esta última visión es la que prevalece actualmente entre muchos de los economistas políticos críticos. La clase hegemónica está compuesta por la élite económica (integrada a la vez por muy diversas facciones), la élite política (compuesta también por muy diversos grupos) e incluso por ciertas agrupaciones sindicales, intelectuales y sociales. El gobierno, aunque tiende a defender los intereses de la élite económica, por ser la más fuerte, responde también a las presiones y los intereses de los demás grupos, por lo que en ocasiones se enfrenta a los de la primera (Ej: diversos conglomerados mediáticos otorgaban legalmente enormes sumas de dinero a congresistas y candidatos estadounidenses con el fin de influir favorablemente en ellos y tener su simpatía cuando estén en el poder).

Así, los economistas políticos estudian en primer término las leyes, regulaciones y políticas que rigen el establecimiento y la operación de los sistemas de comunicación masivas. Al hacerlo, cuestionan el grado en que estas regulaciones favorecen a las clases hegemónicas, o si buscan verdaderamente el bien común. En este renglón se analizan desde las leyes relativas a la libertad de expresión, difamación, libelo, contenido social o cultural, etc., hasta la asignación de concesiones de radio y tv, pasando por el uso de los tiempos oficiales y las políticas gubernamentales sobre el funcionamiento de los medios de comunicación.

En segundo término, estos teóricos estudian las relaciones formales e informales que se dan entre la clase política y los comunicadores profesionales. El objetivo es determinar hasta qué punto los políticos mantienen relaciones de respeto y distancia con los medios, o el grado el grado en que utilizan mecanismos cuestionables como subsidios, convenios de propaganda oficial, favores, regalos, sobornos, etc. para influir sobre el contenido de los mensajes (Ej: Alfredo Urdaci exdirector de los informativos de TVE/ caso del 11 de marzo).

· LIMITACIONES DEL ENFOQUE ECONÓMICO-POLÍTICO

Aunque la economía política crítica ha tendido a enfocar su atención en los condicionante macro de la producción y distribución de mensajes, algunos autores de esta corriente, como Golding y Murdock, insisten en que se tomen en cuenta las contradicciones al interior de los procesos de producción, así como la relativa autonomía de los diferentes actores que intervienen en el proceso de producción. Por tanto, aunque los factores macroeconómicos, como las propiedad y el control, y los políticos, como la relación de la clase hegemónica del gobierno, explican mucho del contenido final de los medios, no dicen toda la historia.

Es decir, el proceso de producción y distribución de mensajes comunicacionales es un objeto de estudio múltiple y complejo, caracterizado por múltiples determinaciones históricas y sociales. De esta manera, aunque la perspectiva de la economía política ha hecho contribuciones esenciales para entender los condicionantes externos y macros que influyen en el contenido de los mensajes de los medios, no pueden explicarlo todo desde ese nivel.